Siempre he delegado la contabilidad de mi empresa y no le he prestado atención por dedicarme a lo que más me gusta: crear y hacer crecer los negocios online.
Pero, siendo sincero y echando la vista atrás, me arrepiento de no haberle dedicado más tiempo a aprender cómo funciona la contabilidad y las ventajas fiscales que podría haber tenido para mí en el futuro.
Sin ir más lejos en 2021 cuando vendí mi empresa (una sociedad limitada) lo hice como persona física así que tuve que pagar los impuestos como un incremento patrimonial dando lugar a un pago de 6 cifras que se llevo la Hacienda Pública Española. Si hubiese sabido que con una sociedad patrimonial bien estructurada hubiese pagado menos le habría prestado más atención.
Desde entonces leo con atención muchos artículos que, en ocasiones, reconozco que apenas entiendo y busco cómo podría sacarle provecho para mí en el futuro.
Un lugar y en concreto una persona de la que estoy aprendiendo mucho es de Pablo Pérez en LinkedIn. Pablo fue uno de mis asesores cuando vendí la empresa, socio de Bondo Advisors y un crack de las finanzas. (Y no, ya no se podía hacer una patrimonial en el momento de la venta... por si te lo preguntas).
Pues bien, hace poco publicó esto y me resultó muy interesante:
¿Existen diferentes formas de hacer las cuentas en una empresa?
¿PGC, IFRS, GAAP, WTF....? 😄
Pues sí.
Según la forma de contabilizar en tu empresa puede valer más o menos en el futuro. Sobre todo si a la hora de venderla se valora por un múltiplo de EBITDA.
¿Y qué es el EBITDA? El EBITDA son las siglas en inglés de «beneficios antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones». En resumen: el beneficio antes de pagar impuestos.
Y a la hora de calcular el valor de una empresa se suele hacer de esa manera. EBITDA x4, 5, 6... dependiendo del sector, del crecimiento, del equipo, etc.
¿Y si no tienes EBITDA? También se puede valorar, aquí te lo explica Pablo y más adelante haré un post explicando esto también.