Aunque a primera vista puede parecer un libro de autoayuda para ser el más popular del instituto, nada más lejos de la realidad. Este libro, escrito por el empresario Dale Carnegie, ha sido clave en el éxito de líderes y emprendedores de la talla de Warren Buffet o Lee Iacocca.

Portada del libro Cómo ganar amigos e influir sobre las personas

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Warren Buffett, uno de los inversores más exitosos del mundo, ha compartido en múltiples ocasiones cómo las enseñanzas de Carnegie le dieron la confianza para hablar en público y gestionar relaciones interpersonales, habilidades que considera esenciales para su éxito. Lee Iacocca, quien rescató a Chrysler de la quiebra, aplicó los principios de Carnegie para liderar con empatía y construir un equipo motivado y comprometido.

"No tengo mi diploma de la universidad en la pared, pero tengo mi diploma de Dale Carnegie allí porque cambió mi vida." - Warren Buffet

Pero no se queda sólo en el ámbito empresarial, pues su aportación más famosa es, probablemente, la asunción de responsabilidades, o lo que es lo mismo: la posibilidad de cambiar el comportamiento ajeno cambiando nuestra actitud hacia los demás.

Comenzamos

El libro se estructura en cuatro secciones que prometen transformar nuestras habilidades sociales y de liderazgo, tanto en el ámbito personal como en el profesional.

Parte I. Técnicas para tratar con los demás

Parte II. Formas de agradar a los demás

Parte III. Cómo lograr que los demás piensen como tú

Parte IV. Reglas para ser un líder

Vamos a verlas.

Parte 1. Técnicas fundamentales para tratar con los demás

Podemos dividir esta primera parte en tres aspectos fundamentales:

  1. No critiques, no condenes, no te quejes: Dale Carnegie argumenta que criticar a los demás sólo consigue que se pongan a la defensiva y que se genere resentimiento. Según él, es más efectivo practicar la empatía, poniéndonos en los zapatos del otro para entender su comportamiento. Esta técnica no solo ayuda a evitar conflictos, sino que también abre la puerta a relaciones más constructivas y positivas.
  2. Demuestra aprecio sincero: a las personas les gusta sentirse importantes y valoradas. Reconocer las cualidades y las acciones de los demás puede transformar radicalmente nuestras interacciones. No se trata de halagar por halagar, sino de mostrar un aprecio auténtico que refuerce la autoestima y fomente relaciones más sólidas. Reconocer las cualidades y acciones de los demás puede transformar radicalmente nuestras interacciones.
  3. Despierta en los demás un deseo vehemente: la clave para influir en los demás reside en enfocar nuestras interacciones en lo que ellos desean y necesitan. Esto significa centrar la conversación en sus intereses, en lugar de los nuestros. Al alinear nuestras metas con las de los demás, es más probable que se sientan motivados a actuar de la manera que deseamos.

Al aplicar estas técnicas, no sólo se facilita la interacción diaria con los demás, sino que también se crea un entorno en el que las relaciones pueden crecer de manera más natural y sincera.

Parte 2. Seis maneras de agradar a los demás

Para construir relaciones duraderas y positivas, es importante agradar genuinamente a las personas.

No se trata de manipulación, sino de establecer conexiones sinceras y profundas.
  1. Interésate sinceramente en los demás: una de las técnicas más efectivas para agradar a los demás es interesarte en ellos. Dale recalca que este interés tiene que ser genuino y no simplemente una táctica para conseguir algo. Observa su entorno, pregúntales sobre sus intereses y presta atención a sus respuestas. Así conseguirás que las personas se sientan valoradas y apreciadas.
  2. Sonríe: la sonrisa es una manera sencilla de causar una primera impresión positiva, ya que transmite calidez y amabilidad. Incluso si no tienes ganas de sonreír, forzarte a hacerlo puede cambiar tu estado de ánimo y la percepción que los demás tienen de ti.
  3. Para toda persona su nombre es el sonido más dulce: estudios sugieren que para muchas personas, el sonido de propio nombre provoca una sensación muy agradable. Carnegie dice que utilizar el nombre de una persona durante la conversación demuestra respeto y consideración, haciendo que esa persona se sienta especial.
  4. Sé un buen oyente: esto significa no solo escuchar las palabras de la otra persona, sino también prestar atención a sus emociones y preocupaciones. Como seres humanos tenemos una necesidad inherente de ser escuchados y comprendidos, y al ser un buen oyente, cumplimos esa necesidad y fortalecemos nuestras relaciones.
  5. Habla de los intereses de los demás: una técnica clave para agradar a los demás es hablar de sus intereses y demostrar que te importan. Esto facilita la conexión y genera un ambiente de confianza y comodidad.
  6. Haz que la otra persona se sienta importante: reconocer y valorar las cualidades y logros de la otra persona construye una base de respeto mutuo y confianza. Al hacer que alguien se sienta importante, no sólo refuerzas su autoestima, sino que también cultivas una relación más sólida y significativa.

A medida que aplicamos estas técnicas para agradar a los demás, notamos cómo pequeñas acciones pueden tener un gran impacto en nuestras relaciones, concepto similar al de Hábitos Atómicos de James Clear. Estas estrategias no sólo nos hacen más accesibles y queridos, sino que también crean un ambiente donde las personas se sienten valoradas y escuchadas.

Parte 3. Cómo lograr que los demás piensen como tú

Ahora que sabemos cómo agradar a los demás, el siguiente paso es entender cómo influir en su forma de pensar. Dale Carnegie ofrece una serie de técnicas para guiar a las personas hacia un punto de vista común sin crear conflicto ni resistencia.

  1. Evita las discusiones: en lugar de buscar ganar una discusión, hay que encontrar puntos de acuerdo y a manejar las diferencias de opinión con diplomacia. La clave aquí es evitar colocar a la otra persona en una posición defensiva desde el inicio.
  2. Demuestra respeto por las opiniones ajenas: no hay que decir directamente que alguien está equivocado, ya que esto puede herir su orgullo y generar una actitud defensiva. Es mejor usar frases como "puedo estar equivocado" o "la verdad, mi experiencia me ha enseñado algo diferente“ para suavizar las posibles discrepancias.
  3. Si te equivocas, admítelo rápido y enfáticamente: reconocer que estamos equivocados no solo demuestra humildad, sino que predispone a la otra persona a ser más comprensiva y a responder de manera positiva.
  4. Empieza de manera amigable: incluso en situaciones tensas, comenzar con palabras amables y positivas puede "desactivar la hostilidad" y establecer un tono constructivo para la conversación.
  5. Consigue que la otra persona diga "sí, sí" inmediatamente: plantea preguntas que sean fáciles de responder afirmativamente. Esto crea un ambiente de acuerdo mutuo y predispone a la otra persona a seguir estando de acuerdo contigo a lo largo de la conversación
  6. Deja que la otra persona hable más: para entender verdaderamente a alguien, es crucial darle espacio para expresarse. El autor sugiere dejar que la otra persona hable más, lo que facilita una mejor comprensión y conexión.
  7. Deja que la otra persona sienta que la idea es suya: permitir que la otra persona contribuya con sus propias ideas y perspectivas fomenta un sentido de propiedad y compromiso.
  8. Trata de ver las cosas desde el punto de vista de la otra persona: la empatía es crucial en cualquier interacción humana. Comprender el punto de vista del otro facilita la comunicación y reduce el potencial de conflicto.
  9. Muestra simpatía por las ideas y deseos de la otra persona: expresar simpatía por las ideas y deseos de la otra persona puede mejorar drásticamente la calidad de la interacción. Esto construye un puente emocional y refuerza la conexión interpersonal.
  10. Apela a los motivos más nobles: el autor aconseja apelar a los valores y principios de la otra persona para motivarla a actuar de manera positiva.
  11. Dramatiza tus ideas: para captar la atención y el interés de los demás, es útil utilizar historias, ejemplos visuales y emociones para transmitir tu mensaje de una manera más impactante y memorable.
  12. Lanza un reto: por último, Carnegie propone lanzar un reto para estimular la acción. Muchas personas responden positivamente a los desafíos, especialmente si se presentan de una manera que les permita demostrar sus habilidades y alcanzar el reconocimiento. Un reto bien formulado puede ser una poderosa motivación para la cooperación y el logro compartido.

Al aplicar estas técnicas, podemos influir en las decisiones y pensamientos de los demás, generando resultados que beneficien a ambas partes y, además, hacerlo sin que parezca que esa influencia sea nuestra intención.

Parte 4. Sé un líder: cómo cambiar a los demás sin ofender

Al igual que en las partes anteriores, estas estrategias destacan por su enfoque en la empatía y el respeto mutuo.

Cuando se trata de liderazgo, la delicadeza es especialmente necesaria para influir en los demás de manera positiva sin generar resentimiento.

No solo ayudan a guiar a otros hacia mejores decisiones y comportamientos, sino que lo hacen de una manera que fortalece las relaciones y el respeto mutuo.

  1. Empieza con un elogio honesto: reconocer los aspectos positivos antes de señalar un error no solo suaviza la conversación, sino que también motiva a la otra persona a mejorar sin sentirse atacada.
  2. Llama la atención sobre los errores indirectamente: Cuando tengamos que hablar de un error o un área de mejora, lo hagamos de forma indirecta. En lugar de decir "te equivocaste en esto", utilizar frases como "quizás podríamos considerar hacerlo de esta otra manera". Esta técnica hace que la otra persona esté más abierta a la corrección.
  3. Habla de tus propios errores antes de criticar los de los demás: una forma eficaz de criticar sin despertar resentimientos es hablar primero de tus propios errores. Decir algo como "yo también he cometido ese error antes" hace que la persona se sienta más comprendida y menos juzgada.
  4. Haz preguntas en lugar de dar órdenes: en vez de decir "Haz esto así", puedes preguntar "¿qué piensas de esta manera de hacerlo?" o "¿cómo crees que podemos mejorar esto?" Hacer preguntas en lugar de dar órdenes no solo reduce la resistencia, sino que también empodera a la otra persona a encontrar soluciones, lo que a menudo lleva a mejores resultados.
  5. Deja que la otra persona mantenga su prestigio: es fundamental permitir que la otra persona mantenga su dignidad. Cuando debas corregir un error, hazlo de manera que la otra persona no se sienta humillada ni avergonzada. Por ejemplo, puedes decir: “Todos cometemos errores, y estoy seguro de que con tus habilidades podrás solucionar esto sin problemas”. Al manejar la situación con tacto, ayudas a que la persona conserve su dignidad y mantenga su autoestima, lo que refuerza una relación basada en el respeto mutuo.
  6. Elogia el más pequeño progreso: esto motiva a la persona a seguir mejorando y refuerza el comportamiento positivo. Incluso pequeños avances que a priori puedan parecer insignificantes deben ser reconocidos para mantener la motivación, ya que esta motivación beneficia a todos.
  7. Da a la otra persona una reputación que defender: para motivar a alguien a mejorar o mantener un comportamiento positivo, atribuye a esa persona una buena reputación que defender. Si dices algo como "Sé que eres una persona muy detallista", la otra persona se esforzará por estar a la altura de esa reputación. Esta técnica fortalece el autoconcepto y fomenta la responsabilidad personal.
  8. Usa el estímulo: haz que los errores parezcan fáciles de corregir diciendo algo como "Con un par de ajustes menores, esto quedará perfecto." Esto evita que la otra persona se sienta abrumada por la crítica y refuerza la parte positiva en vez de la negativa.
  9. Haz que la otra persona se sienta satisfecha de hacer lo que sugieres: esto se consigue hablándoles de los beneficios personales de seguir tu consejo. Cuando las personas ven un valor claro y directo para ellos, están más dispuestas a actuar en consecuencia. Por ejemplo, diciendo algo como: “Si sigues este enfoque, lograrás resultados que te harán destacar rápidamente“.

Para acabar

A lo largo de este libro, Dale Carnegie nos ha proporcionado herramientas prácticas para mejorar nuestras relaciones personales y profesionales. Técnicas para tratar con los demás y formas de agradar a quienes nos rodean. Métodos efectivos para influir en las opiniones de otros y liderar sin generar resentimientos, cada principio está basado en la empatía, el respeto y la comprensión humana.

El verdadero éxito radica en nuestra capacidad para conectar genuinamente con los demás, haciendo que nuestras relaciones sean más enriquecedoras y significativas.

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Cómo ganar amigos e influir sobre las personas, resumen del libro.